En principio creo necesario aclarar que todo lo aquí expuesto es desde una visión política personal, independiente y apartidista, dado que no estoy encuadrado en partido o agrupación política ninguna, aunque mi formación política, como el lector lo podrá comprobar, esta asentada y formada en los valores y principios de la izquierda aberzale, la independencia y socialismo, como camino y fin imprescindibles para conseguir una sociedad más libre justa y humana en Euskal Herria.
Mi modesta intención con estas líneas es la de abrir un debate sobre la autentica naturaleza política de los dirigentes del partido jeltzale y sobre la función política del propio partido PNV pues, como iremos viendo a lo largo de estos escritos, la claridad y la sinceridad política, no son precisamente sus mejores virtudes en su quehacer político. Y creo muy necesario hacerlo, por la enorme importancia que el tema tiene en el conocimiento de la realidad política actual , en temas como la resolución del conflicto, hoy en vía muerta, y en la concienciación política de la ciudadanía vasca para la construcción política nacional vasca
Y es desde esta perspectiva pretenderé analizar en profundidad ciertas actitudes políticas de los jelkides más significativos del PNV. Sobre sus declaraciones y poses en temas que más inquieta a los vascos, y sobre todo al MNLV, Incidiré mayormente sobre sus actitudes ante el inmovilismo de Madrid y Paris, y sobre su actitud ante la propia ETA y la incidencia que esta tiene en los planes estratégicos del Estado y del propio PNV. Las conclusiones de estos escritos pretenderán desmitificar tópicos ya encallecidos entre aquellos que confían en la presunta naturaleza nacionalista del PNV para abrir un debate entre el mundo nacionalista, y sobre todo, insisto, pretenderé despertar inquietudes nacionalistas que están adormecidas por el conformismo.
La intención aquí será desenmascara a la dirección del PNV, no a su militancia de base, de sus presuntas evidencias y actitudes políticas como consustanciales al nacionalismo vasco del PNV. Intentare explicar esto exclusivamente en aras de que resplandezca la realidad como antídoto a unos efectos extremadamente dañinos para la salud política de un importante sector del nacionalismo vasco, y sobre todo para el desarrollo y el devenir de la libertad y de la democracia en Euskal Herria.
Intentare desprenderles a los jelkides del PNV de aquellos barnices y cortinas tras las cuales se quieren esconder o pretenden aparentar lo que no son. Y será con la exclusiva finalidad de expandir el conocimiento entre la opinión pública, pues la ciudadanía es el sujeto directo, o quizás la víctima , de los hechos políticos del partido cuando gobierna aupado por sus votantes Como iremos viendo en el discurso de los jeltzales, entre lo que dicen y lo que en realidad hacen, hay muchas más diferencias de las que comúnmente suele haberlas en casi todos los partidos, Pero, como veremos en el caso del PNV, son mucho más que simples diferencias, son autenticas contradicciones cualitativas, que entran en la categoría del engaño y la traición a su propia militancia de base, a sus votantes, y a la ciudadanía en general del país.
Para desarrollar este trabajo me ha parecido oportuno partir y tomar como referencia el contenido algunas significativas declaraciones de dos de sus máximos mandatarios, el ledakari Iñigo Urkullu y el presidente del EBB, Iñaki Ortuzar. Declaraciones en apariencia simples e intrascendentes pero como veremos nos van a desnudan muy bien lo que existe bajo su capa de simpleza inocente.
Nos dicen ser pacifistas y hace apología de la causa que provocan la guerra; la imposición y la negación de derechos.
Nos hablan de democracia y libertad apoyando y colaborando con un Estado que niega y persigue estos derechos a los vascos
Nos dicen ser nacionalistas vascos y legitiman y apuntalan un Estado español que ocupa y reprime en nuestro territorio
Nos dice estar al servicio del pueblo y emplea sus recursos en engordar a las minoritarias oligarquías apátridas.
Nos dice defender los derechos humanos y políticos de los vascos y llaman inhumanos y terroristas a quienes más sufren ahora por haberlos defendido luchando
Nos dicen ser nacionalistas vascos y colaboran con quien nos imponen una nacionalidad ajena, la española
Nos dicen estar con la ley y la democracia pero nos aplica leyes represivas y unionistas opresoras españolas
Nos dicen que son vascos pero todos los días afianza su españolismo en alianzas leyes y acuerdos con el Estado español
Nos dicen Condenar la violencia ,”venga de donde venga”, pero condenan solo la violencia de respuesta y alimentan la del Poder
Iñigo Urkullu
Algunas consideraciones sobre unas frases de Iñigo Urkullu
Es curioso como los adictos y testaferros del Régimen Juan Carlista cuando quieren manipular el concepto de “presos políticos” refiriéndose a los militantes de ETA, y a su obsesivo e interminable mundo del “todo es ETA” se suelen enredar en disquisiciones semánticas, políticas, humanitarias, ideológicas etc. de todo tipo y color con tal de marear la perdiz y sacar turbias y tendenciosas conclusiones justificativas siempre favorables al imaginario y discurso del centralismo neo franquista de Madrid. La novedad en este asunto es que el PNV, también por boca del lendakari Iñigo Urkullu, está entrando abiertamente y con fuerza, en la tarea de expandir y publicitar uno de los principales iconos del desquiciado discurso oficial sobre el Conflicto con el fin de negar la evidencia del propio Conflicto político, por un lado y la de apoyar y legitimar a un Estado corrupto cada vez mas putrefacto y en descomposición.
Actitud que si analizamos en profundidad , es contradictoria con su pretensión de proyectarse siempre con una vestimenta de “nacionalismo vasco” pero que en absoluto es contradictoria con su endógena naturaleza oportunista, siempre entre la ambigüedad o hacerse el loco, pero siempre a la sombra del árbol que más les protege, expertos siempre en el saber de “nadar y cuidar la ropa” .
Ser o no ser “Presos políticos”, esa es la cuestión
El lendakari a sentenciado que “quien viola derechos humanos no puede ser considerado preso político”. Y otras afirmaciones similares tales como que quien ha sido juzgado por «violaciones de derechos humanos, y no por una «defensa política de sus ideales no puede ser calificado preso político». Por deducción, entonces parece ser que serian “presos comunes” o simples delincuentes desligados de motivaciones políticas. Pero, claro, la “trampa” es manifiesta, pues esta “deducción”, no es obvia sino que ha sido condicionada por el CRITERIO del juez de turno de la AN . Esa frase de Urkullu, “quien ha sido juzgado por violaciones de derechos humanos, y no por una defensa política de sus ideales…” da “patente de corso” a un juez de la Audiencia Nacional, que todos sabemos es heredera de aquel otro tribunal Tribunal de Orden Publico franquista, a quien le ha interesado más, por razones de Estado, no por razones jurídicas u de justicia, “juzgar” como delincuente común que como reo político, porque nadie lo puede negar ,fue simplemente su elección ( mejor sería decir ,elección de un Estado neo franquista ) Y aquí para que tengamos una idea de la naturaleza “democrática e independiente” de los jueces de la AN y cuáles son sus baremos para “escoger” la naturaleza de los delitos a juzgar, solo tenemos que recordar que el espíritu y los propios jueces que componen el tribunal son los mismos ,LOS MISMOS, que los que formaban el TOP. Los mismos que en la época franquista , “juzgaban” con los criterios del fascismo, a los militantes de ETA que caían en sus garras . Luego es obvio que siguiesen con los mismos vicios y fobias hacia el eterno enemigo de su, parece que también eterno, Régimen, los “rojoseparatistasterroristas” O es que han cambiado algo , Sr. Urkullu para que ahora si acredite en la justa e “independiente ” AN.
No sabemos si el Sr. Urkullu es consciente del tremendo trasfondo político de sus declaraciones, o solo se limita a repetir las consignas del discurso oficial de Estado como lo haría un servidor dócil y obediente a sus consignas , siempre bajo la recurrente fachada de “cumplir la legalidad ”, pero, por lo que sea ,lo que sí es cierto es que estas declaraciones conllevan una enorme carga de imposición ideológica totalitaria además de garrafales contradicciones con aquellos principios humanistas que se dice defender, tal y como lo iremos viendo
Estas afirmaciones, que parecen propias de aquellos sermones o enseñanzas de los valores del catequismo político franquista en donde la racionalidad y el rigor dialectico de sus enseñanzas solía brillar por su ausencia cuando predicaban sus consignas políticas y donde la “fe” en el Régimen era la base argumental para engullir sus predicados, ya que era la obligación de creer cualquier cosa, aunque fuese un descomunal disparate, pues así lo ordenaba la autoridad militar-politica.
Y aquí también este predicado de Urkullu rezuma también de aquellos “valores-consigna” además de la pretensión de manipular el propio concepto de “derechos humanos” y de sermonearnos donde, como y quien es portador de la “pureza” del “humanismo político”, o algo parecido. Pero este sermón no es de su cosecha particular, forma parte del arsenal, presuntamente “ideológico” que el Régimen estatal se ha provisto para justificar sus desmanes y blindarse en sus posiciones de dominio político adquiridos y heredados de una dictadura, no precisamente de forma humanitaria
Curiosamente el Sr. Urkullu, que es licenciado en las artes de la docencia, aunque ahora transmutado a la pedagogía socio-política, habría que suponerle que esta ducho en estas artes y de las nobles reglas de la enseñanza basadas en la transparencia, la objetividad, la verificación y en el rigor en la exposición de las materias. Reglas que por cierto no cuadran en absoluto con la mayor parte del discurso de los políticos de la derecha, basadas en la manipulación, en la ambigüedad y en el engaño, donde lo que callan, siempre suele ser más interesante que lo que dicen.
El Sr, Urkullu se “olvida” o más bien no le interesa recordarlo, que por estas tierras, quien reparte los títulos de calidad y pureza democrática, en la aplicación de los derechos humanos, y también quien coloca y acuña los adjetivos de “violador”, “terrorista”, “político” , “delincuente” “democrático” etc. es el propio poder factico, los herederos de aquel Dictador que se sentía dios todopoderoso, con derecho a hacer y deshacer con sus semejantes lo que quisiera, incluyendo disponer de su vida y de su libertad, y que ahora controlan el Estado y sus poderes “independientes” como el de la AN. Y este Estado, obviamente, no es imparcial en esta polémica, sino que es todo lo contrario. Es el poder hegemónico dominante y que además arrastra y tiene una pesadísima carga histórica pasada y presente de gravísimas conculcación de derechos humanos y por tanto no es el más indicado para ejercer ni de juez ni de de referente.
Y que por otra parte y felizmente, ya ha comenzado a derrumbarse su soberbia e impunidad , pues la AUTENTICA justicia, (la argentina pues la española obviamente no lo quería hacer) ,ya ha comenzado trabajar imputando a los cuatro primeros delincuentes del franquismo por crímenes de lesa humanidad. Son las primeros piezas de un esquema de criminales (algunos en activo, otros intelectuales y otros chupando de él ) que conforma el propio Estado español que aunque se vista con ropajes democráticos ,está contaminado de Franquismo hasta el tuétano..
Y este Modelo de Estado es también el que últimamente empieza a descomponerse internamente, tal y como se podría esperar, dado su origen y su ADN franquista, que es lo mismo que fascista. Y en este modelo de Estado su totalitarismo su impunidad y su razón de la fuerza siempre será la máxima expresión de la corrupción, dadas sus podredumbre interna, prepotencia, sobornos, abuso de poder, clientelismo, patentes de corso, luchas internas, traiciones , terrorismo de estado, asesinatos , torturas etc. Una joya, vamos, como para tenerlo como referencia.
Y no solo eso, sino que también, y sobre todo, tenemos que tener en cuenta la enorme carga de contenido político partidista que arrastra el concepto de “presos políticos”, pues su aceptación o su negación, implica también aceptar o negar la naturaleza democrática de este régimen neo franquista Monárquico. Y esto es así por el principio básico de que “presos políticos” son aquellos reos que se han enfrentado a un poder político, a un estado, que niega derechos humanos y políticos básicos, y que el caso vasco se trata del derecho a la autodeterminación nacional y de sus consecuencias derivadas Y es esta la premisa que marca los límites entre un estado democrático, que respeta el derecho a decidir de los ciudadanos o el de un Estado totalitario, que los anula e impone desde su “razón de la fuerza ” sus propias decisiones. ¿ O quizás el Sr.Urkullu ignora que los estados español y francés nos niegan el derecho a disponer de nuestra propia nacionalidad vasca ¿?
Y el fondo de toda esta polémica es esto precisamente, el cuestionamiento de la naturaleza del Estado español; el desenmascaramiento de su falsa democracia. Tanto afán en negar la naturaleza de “presos políticos” a quienes lo son por coherencia política es, entre otras cuestiones, por las implicaciones determinantes que conlleva su propia definición y por el pánico escénico que supondría para sus actores, que son los políticos que se engordan con el propio Régimen, ( PNV incluido) al abriese un vacío político, cosa que va ocurrir cuando este Modelo de Estado se desenmascare como una farsa democrática y se agudicen sus contradicciones y comience su desmoronamiento .
El discurso presuntamente “democrático” que el Estado tiene del Conflicto con Euskal Herria, es burdo e infantil. Parte de una falacia delirante, el Estado, afirman, que no está negando el derecho básico a la autodeterminación de los vascos porque esta “decretado” que “Euskal Herria no existe”. Esta entelequia forma parte de aquellos “atados y bien atados” principios del “Movimiento” que el dictador Franco les dejo como herencia ideológica a preservar, como especie en extinción ( en este caso la delirante noción del “imperio español”) Y con esta base, si no hay un motivo político que reclamar, afirman, la nación vasca no existe, afirman, y así, quien lo reclame, parece que lo hace por nada, o porque le debe gustar incordiar a los españoles, y por deducción tampoco hay conflicto político.
Sus “argumentos” son esquizofrénicos y no se sustentan pero quien lo hace tiene todo el poder del Estado y todos sus recursos para hacer de esta falacia no solo el fundamento de su discurso sino ley de obligado cumplimiento, que hay que tragar a la fuerza, pues no olvidemos que este retorcido discurso incluso esta blindado por leyes “antiterroristas”, “apologías”, “de agravio a las víctimas” etc. y es por esto que sus argumentos son exclusivamente de “razón de fuerza” ,es decir de “razón de Estado” y de su atosigarte y machacona repetición goebbeliana mediática creadora de falacias .
Y así el Sr. Urkullu cuando niega la naturaleza política de ETA les está también desproveyendo de sus motivaciones, de su razón de ser, concordante con el discurso franquista. No en vano es el mismísimo discurso que emplean los dos máximos servidores del Estado el PP el PSOE, para justificar y legitimar su presunto “Estado democrático” Al demonizar a la organización armada como delincuentes no políticos y terroristas se está asumiendo y transmitiendo el discurso del Estado, de que no existe motivación políticas porque no existe Euskal Herria.Y esa rotunda negación también implica la aceptación de lo contrario, es decir, de que si existiría la nación vasca ,si existiría la motivación política.
Porque el concepto “político” tiene un valor cualitativo; el de ser o no ser preso político. No existen términos medios. Es por esto que Urkullu también está asumiendo el discurso oficial de que no existen esas motivaciones, es decir de que Euskal Herria no existe.
Y también con esta rotunda afirmación Urkullu, consciente o inconscientemente, también nos está transmitiendo el burdo maniqueo y tendencioso discurso del Estado de que lo que condiciona la autentificación de la “función política” para que sea considerada dentro de la categoría de las actividades meramente políticas, ha de ser inequívocamente no violenta y respetuosa con los derechos humanos.
En sí misma es ya es una afirmación contradictoria e incoherente con la concepción convencional asumida universalmente y establecida por la generalidad de los políticos sobre el concepto de “actividad política” que como es obvio, siempre será cualquier tipo de actividad humana con la intención de incidir en la colectividad social, al margen de que sea para bien o para mal, y al margen de que sea aplicada pacifica o violentamente, Es decir que es tan político el que ,promociona, decide y gestiona, desde el poder político, la construcción de escuelas ,carreteras ,hospitales etc., y también es función política incuestionable el planificar y ordenar una declaración de guerra y una invasión militar o incluso un golpe de estado interno, y también lo es quien planifica un plan defensivo contra una agresión externa , y también quien se organiza y lucha contra un poder político que reprime y recorta libertades. Todas ellas son funciones políticas .Política es toda actitud intencionada que tenga como sujeto a miembros de la sociedad o a la sociedad en su conjunto con la finalidad de incidir de algún forma en las funciones políticas. Suena a Perogrullo pero algunos políticos les interesa hacerse los duros de mollera . Siendo, pues esta lo que define la actividad “política ” .Según Wiki pedía, “la política es ,del latín politices y esta del griego πολιτικός políticos 'civil, es lo relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano”.
El Sr Urkullu si seria consecuente con sus rotundas declaraciones y además seria objetivo e imparcial en su aplicación estaría considerando “delincuentes comunes” y “terroristas “a la mayoría de los políticos no solo del Estado español sino de medio mundo. Porque si analizamos a la generalidad de los políticos en activo con su medidor de “pureza. Política” o “humanitaria” en el quehacer político-social-económico, habría que llamarlos a casi todos ellos delincuentes comunes, terroristas o cosas peores
La guerra es la mayor conculcación de los derechos humanos
Y comencemos explicando esto por la mayor y mas bestial “conculcación de los derechos humanos" que la especie humana a practicado y continua haciéndolo a lo largo de la historia de la humanidad; la GUERRA, unos comenzándola como guerra ofensiva y otros como guerra defensiva.¿ Y quién activa estas guerras? Como decía Maquiavelo “La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos”. Y aquí El Sr. Urkullo con su “sentencia” ya está desproveyendo del carácter de mera actividad política al propio concepto de “guerra”, a la confrontación armada entre estados, o entre un estado y un grupo militar no convencional o guerrillero que lucha por derrocarlo, o por su propia liberación nacional negada. etc. La definición de guerra suele siempre ser aceptada por la generalidad, como que es la expresión violenta de la política, la prolongación de la política allá donde ha fracasado el dialogo y la diplomacia. Solo que algunos “político” pretenden torticeramente adaptar y modificar este concepto a sus inconfesables intereses.
Pero, abría que preguntarle al Sr. Urkullo, si es que alguien tiene la prerrogativa de marcar las reglas formales de la guerra. Acaso las guerras no son todas ellas una locura de destrucción y muerte , donde la regla general es el dominio por el poder y la fuerza, factores que casi siempre suele imponer marcar y justificar la parte más poderosa y triunfante .Y en aquellas guerras donde la correlación de fuerzas es exageradamente desproporcional y suele obligar a la parte más débil a la simple rendición y a su sometimiento al poderoso. Pero suele ocurrir también que existen pueblos con dignidad que no conocen la rendición y suelen adoptar formas no convencionales de enfrentamiento o de lucha de mera resistencia testimonial, con el fin de mantener la llama de la resistencia viva y permanente, a la espera de situaciones más favorables. Pero, se adopte la forma que sea , nunca dejara de ser una forma de guerra o derecho legitimo a defenderse de una agresión interior o exterior. Cosa que nuestro lendakari parece no entender, o más bien no le interesa entender porque tiene otras intereses prioritarios, no tan sublimes.
Todos sabemos que el vencedor de cualquier guerra suele ser el que escribe “su historia”, aquí, entre nosotros, todos sabemos quién ha escrito y continua escribiendo “historias” de “vencedores y vencidos”, ahora, solo en batallas virtuales “antiterroristas” y “agravios a las víctimas” En realidad son los mismos vencedores y escribientes de aquella “cruzada”, que continúan nostálgicos y rancios soñando con hazañas bélica y proezas imperiales y parece que al Sr. Urkullu, no solo le esta gustado mucho estas versión trasnochadas de la “épica” neo- franquista sino que además , sin duda debe ser por su formación pedagogía , nos la quiere enseñar como en los buenos tiempos del franquismo.
Pero! Ojo!, Estos argumentos conceptuales sobre la guerra ,aceptados por la generalidad al querer aplicar la excepción de la norma exclusivamente a la militancia de ETA y a su “Todo es ETA” ya vienen cargados de torticeras y maniqueas intenciones. Fijémonos en la enorme excepcionalidad, pues guerras de liberación nacional ,proporcionalmente mucho más cruentas que la de aquí; Argelia, Angola, Vietnam, incluso los EEUU, cuya finalidad fue para conseguir su independencia, han existido en el mundo y a nadie ,cuando luchaban les ha desposeído de su categoría de “acción política”, Y ,Urkullu no nos cuenta por que causa lo hace y tenemos que deducir que no es por razones en las que ha pensado mucho, sino mas bien que es por razones de obligado cumplimiento al discurso político oficial del Estado, aunque para ello tenga que manipular el propio concepto de derechos humanos, pues nos está diciendo que los derechos humanos solo los conculca ETA cuando emplea su violencia. Y lo es porque es una violencia ejercida fuera del monopolio que el Estado español tiene sobre ella.
La maniquea y cínica frase” condenamos toda violencia venga de donde venga” fotografía con nitidez la hipocresía compulsiva de los políticos de la derecha política, que se escudan en frases falsas y huecas, para justificar su violencia de estado, llamándola “legal” y condenar la violencia de respuesta, llamándola “ilegal, para asentar y justifica sus conculcaciones de derechos humanos “legales” algunas de las cuales suelen ser , verdaderos ejemplos de salvajadas inhumanas y de crímenes contra la humanidad y sus derechos.
La muerte de más de 200000 civiles no combatientes en Nagasaki y Hiroshima por las bombas atómicas Yanquis , habrá que decir que no fueron conculcación de derechos humanos, e incluso la pena de muerte ralentizada a base de torturas permanentes que los EEUU aplican a sus prisioneros de guerra en Guantánamo, parece ser, tampoco son conculcaciones de derechos humanos, quizás porque es el poder hegemónico mundial que marca lo “legal” y lo “ilegal” en el mundo, según sus intereses imperialistas. Negar el derecho al pueblo vasco a su libertad a decidir , parece ser, que tampoco es a los ojos de Urkullu, violación de derechos humanos, y el torturar y matar a los que han luchado por esta causa , tampoco. La sectaria visión del Sr Urkullu, también está pasando por alto que estas violaciones suelen ser, y en el caso vasco, obviamente lo ha sido de hecho, la causa del surgimiento de una violencia de respuesta.
Los 9600n casos de tortura a detenido/as por causas políticas en los 50 últimos años de nuestra castigada historia, tal y como informa la “Fundación Euskal Memoria”, parece que, a los ojos del Sr. Lendakari, tampoco serian considerados violaciones de derechos humanos. Ni tampoco serian los 40000 arrestado/as en los últimos 53 años de nuestra historia, bajo el férreo control de Franco primero y de sus descendientes y fieles discípulos después, de los cuales, mas de 30000, no fueron imputado/as , según los datos del “Informe Base de Vulneraciones Derechos Humanos en el Caso Vasco (1960-2013)” realizado por la Secretaria General Paz y Convivencia de Presidencia del Gobierno Vasco, actual. (¿O será que el Sr. Urkullu, desconoce lo que sale de su mesa?) Y así mismo, por causa de esta “inexistente” conculcación de derechos humanos, se cerraron periódicos, revistas, emisoras, se ilegalizaron partidos, se torturaba, se organizaron esquemas de guerra sucia, se prohibieron manifestaciones etc. Y que, o hay que ser ciego o más bien ponerse mirar a otro lado para no ver ,que por estas tierra tenemos un antiguo, largo y crudo conflicto político con los estados vecinos en toda su plenitud, un conflicto de falta de libertades, de represión, de negación de derechos básicos y de imposiciones totalitarias. Y donde podemos afirmar que es la inmensa mayoría de la población, directa o indirectamente implicada en las luchas, considerada como sujeto nacional por el Poder, la que ha sido siempre la víctima de la represión centralista, la victima de la conculcación permanente de sus derechos humanos y políticos.
Que, como todos sabemos esta conculcación no se ha limitado únicamente a negar, a vascos catalanes y otras nacionalidades, este derecho de decidir, sino que este derecho negado ha provocado una cadena en serie de otras conculcaciones de derechos básicos. Hechos que por sí mismo ya están descubriendo saña y persecución política a toda una comunidad con derechos nacionales, que el Estado y sus testaferros se empeñan e encuadrar a sus víctimas en la casilla de la delincuencia común, con su retorcido “ todo es ETA”. ¿Habría que preguntarle al Sr. “Lendakari de todos los vascos” si todos estos hechos no son conculcaciones de derechos humanos. Y a sus ejecutores, ¿cómo habría que llamarlos?, ¿“delincuentes comunes”?. Que como es obvio, es el propio Estado español y sus servidores, el mismo Estado al que nuestro lendakari tanto empeño pone en servirle y legitimarle.
Y con estos esquemas de ver ,o de no ver, consecuentemente también les está llamando delincuentes comunes por ejercer la violencia y ordenarla, “violando los derechos humanos”, a José Antonio Aguirre, el primer lendakari vasco, que desde aquel Gobierno vasco, comando a los gudaris y organizo la defensa frente al ejercito fascista ¿O quizás habría que llamarles “terroristas”?, porque también mataban violentamente a sus enemigos con las armas en la mano en defensa de las libertades vascas
Y también al mismísimo Mandela, hoy considerado un referente mundial en la lucha política contra el racismo y la libertad, pues fue juzgado y encarcelado por ser un miembro relevante de Congreso Nacional Africano, una “organización terrorista” que luchaba con las armas en la mano, contra el apartheid racial y por la libertad. Parece que también estaría condenado de por vida a ser un “delincuente común”
También tendríamos que retirar el adjetivo de política a Dilma Roussef, la actual presidenta de Brasil ,que se enfrento a la dictadura militar siendo por esta causa detenida torturada y encarcelada por los militares golpistas por su militancia en una organización guerrilla urbana ,“terrorista y no política” según la visión de Urkullu coincidente con aquellos desalmados militares vende patrias. Estos nobles y ahora reconocidos personajes históricos, directa o indirectamente “conculcaban los derechos humanos” solo por hacerlo “ilegalmente” ya eran “terroristas” según la peculiar y sectaria vara de medir de nuestro Lendakari. Pero, también debería explicarnos porque siempre los políticos de la derecha demonizan a la parte más débil y cargada de razón en estas historias de “guerra” no convencional, y se justifica al poderoso estado que conculca y pisotea todas los derechos humanos habidos y por haber.
La violencia de Estado es la máxima conculcación de derechos humanos
El Sr. Urkullu , si seria consecuente con su sermón, estaría llamando también delincuentes comunes a muchísimos políticos y a sus propias fuerzas de seguridad, al propio Estado español en una palabra, y también a su partido, cuando teóricamente controla la ertzaintza, puesto que ejercen la violencia de Estado y todos conocemos los casos de su brutalidad policial que incluso ha cobrado mutilaciones y vidas humanas .Pero curiosamente nuestro lendakari, por algún “decreto divino” se niega a llamar a esta violencia como violaciones de los derechos humanos.
Sobre el tema de los derechos humanos el debate no debería estar en que la violencia que provoca su agresión sea “legal” o “ilegal”, pues cuando analizamos este tema de los derechos humanos y pretendamos ser objetivo/as sobre su naturaleza, los parámetros que deberíamos sopesar y aplicar siempre deberían ser sobre principios exclusivamente HUMANOS e independientes de consideraciones partidistas o políticas.
Por una consideración básica, todos somos humanos y nuestros derechos son inalienables independientemente de nuestra filiación política o de nuestro presunto apoliticismo y tenemos unos derechos que deben ser respetados. Pero suele haber un problema añadido en este tema del reconocimiento y suele estar en la propia naturaleza política del Estado en cuestión y de aquellos sus servidores que los conculcan y que, torticeramente no lo quieren asumir. Y curiosamente nuestros hipócritas políticos de derechas solo suelen ver “conculcaciones “de derechos humanos legales”, solo en aquellos otros estados de naturaleza izquierdista, y nunca en los suyos, de naturaleza de derechas. Y claro, siguiendo este esquema, solo verán “conculcaciones” y “violencia” solo en aquella que proviene de los opositores a su presunta “legalidad”
Hacer una exposición de como se agrede a los derechos de los humanos es sencilla pues su conocimiento es universal y afín a todas las culturas. Cuando alguien agrede a nuestros derechos básicos, comenzando por el de la vida, la integridad física, individual o familiar, nuestra dignidad, nuestros principios, nuestros derechos ,nuestra cultura, nuestras propiedades nuestra patria etc. Independientemente de si el causante de las agresiones es un Estado, una guerra, un DRON (el nuevo e infernal invento del Imperialismo para asesinar y destruir fríamente seres humanos a distancia) un policía, un soldado, un guerrillero, un psicópata un atracador etc. Siempre serán agresiones a los derechos humanos. Pero no caigamos en el error de sublimar unos y demonizar otros por intereses partidistas.
Pues si lo haríamos, estaríamos entrando en un tremendo y aberrante cinismo al considerar que las violaciones de derechos humanos tienen categorías; las tolerables y justas, cuando son “legales “y las intolerables y terroristas cuando son “ilegales”, pues estaríamos considerando al Estado la facultad de estar por encima de lo humano, como una especie de “dios”, que decide el bien y el mal. Actitud esta que suele definir la esencia del fascismo. Que de hecho es lo que está ocurriendo en esta nuestra hipócrita sociedad muy mediatizada por tanta falsedad y tergiversación de los conceptos todo ello por causa del control del Estado que manipula y propaga estas consignas mediáticamente para su propio interés.
Y tenemos un grafico ejemplo de ello en el Estado español, cuando sus portavoces hablan ( Urkullo incluido ) de que no van a reconocer la “equidistancia” entre la violencia del Estado y la de ETA, nos están transmitiendo este aberrante discurso de que su violencia es “legal”, de que es algo así como “saludable” y por tanto no conculca los derechos humanos. Hasta su terrorismo de Estado es legal y lo están considerando, de hecho, como legitimo.
Ciertamente cuando los militantes de ETA mataban a seres humanos también se conculcaban el máximo derecho de estos, el derecho a vivir, esto es innegable. Ni ETA ni la izquierda aberzale creo que lo han negado jamás, fundamentalmente porque en una guerra no suele ser ese el debate, más bien suele ser una especie de “munición” ideológica para ataques mediáticos por las dos partes. Esto siempre ha ocurrido inevitablemente en todas las guerras, el intercambio de acusaciones sobre quien es más “inhumano”
Y hablando en términos de derechos humanos, el mismo padrón hay que aplicarlo a las tremendas conculcaciones a los derechos humanos que el Estado ha efectuado cuando mataba apoyándose en su “legalidad” o “ilegalmente” por medio del GAL y demás guerras sucias. Cuando sus policías torturan, incluso hasta la muerte. Cuando apalean manifestantes y matan “por error” alguno de ellos etc. aunque el Estado siempre ha eludido sus responsabilidad negando los hechos o dilatándolo las responsabilidades penales eternamente. Pero descontextualizar los hechos explicándolos de forma partidista y tendenciosa como lo hace el Estado, no ayuda al necesario conocimiento de la verdad imprescindible para la resolución definitiva de todo conflicto.
Utilizar el tema de la conculcación de los derechos humanos de forma maniquea y torticera para favorecer intereses políticos partidistas, no es en absoluto de recibo. Es preciso deslegitimar toda conculcación de derechos humas ejecutados por todas las partes implicadas, pero de una forma objetiva y positiva ,y esto se conseguiría con una actitud de nunca justificar las violencias, a las que debemos considerar siempre como las consecuencias negativas de otro factor superior que es el que las provoca, y es la CAUSA que las provoca. Deber ser la causa el sujeto de nuestras condenas Y ahí ,en las causas que provoca las conculcaciones de derechos humanos ,habría que centrar todas nuestras energías de condena, por ambas partes. Pero sería necesario la concienciación ciudadana de que todas las agresiones a los DH, son condenables, y esta reflexión nos llevaría inevitablemente a la conclusión de que también lo serán ,sobre todo, las causas que la provocan.
Se debe partir de que la guerra , sus consecuencias, son la más despreciable conculcación de los derechos humanos. Pero su remedio no es satanizar las consecuencias de una parte y disculpar las de la otra parte, eso implica ignorar las causas y seria eternizas la guerra, haciéndola interminable. Aunque en cierto modo haya parte de verdad , no es ese el camino para la paz, hay que aparcar esta concepción de la guerra y del conflicto. Es preciso ir a la raíz y al origen que provoca el conflicto y atajarlo. Debemos odiar la guerra y lo que la provoca y amar la paz y el método para conseguirla.
, El camino más correcto imparcial y legitimo hacia todas las víctimas, y también su reconocimiento y respeto, debería ser dejar de lado argumentos maniqueos de quien tiene más razones y mas derechos, porque es una callejón sin salida. Reconocer que existen hechos, abusos e injusticias por todas las partes y buscar el remedio que impida en el futuro se reproduzcan mas enfrentamientos. Buscar el autentico causante que provoca las conculcaciones por ambas partes, descubrir las CAUSAS del conflicto y atajarlas democráticamente .DEMOCRATICAMENTE en este caso es aplicar el derecho de autodeterminación negado , pedir la palabra decisoria a la sociedad vasca, esa es la solución.
Y también viene a cuento incidir en la interpretación que hace la iglesia española, por boca de algunos obispos, sobre estos conceptos de “victimas”, “violaciones de derechos humanos” y pedidos de “perdón”. Infelizmente las declaraciones del obispo de Donostia José Ignacio Munilla, hechas recientemente, parecen ser el pensamiento oficial de la iglesia, sus declaraciones sobre las “victimas” y el requerimiento de que necesitan , ( solo las de un lado) la redención de sus victimarios, reactiva las consignas del Estado, parece que dándole rango de liturgia, en victimas buena y victimas malas, aceptando sin la más mínima reflexión el discurso maniqueo que niega la equidistancia en las violencias que generan todo conflicto político. Analizando el hecho de la violencia de contestación con una visión sesgada y descaradamente partidista, pisoteando el concepto cristiano del humanitarismo que se supone debe ser rigurosamente imparcial y riguroso. Aquí lo que ha conseguido el obispo Munilla ha sido relegar el papel de su iglesia, al mismo nivel de un vulgar partido político de la derecha pura y dura al servicio de un poder que arrastra modales y hechos totalitarios.
Parece que algunos aun no han superado ni reconocido el nefasto papel de su iglesia en aquella “Cruzada” y sus crímenes de lesa humanidad. Siguen reconociendo también al vencedor, al Estado español, heredero de Franco y a su origen a la fuerza bruta y a su “razón de la fuerza” rango de “legal” bondadoso y cristiano y a los que fueron derrotados entonces en su “Cruzada” y a los posteriores resistentes que más tarde surgieron ,rango de “malvados y terroristas”. Actitud que será incomprensible para muchos católicos solo explicable por los privilegios económicos y la financiación que el Estado hace a “su Iglesia” con nuestro dinero, claro. .