Viendo la podredumbre de corrupción que está apareciendo en los
estamentos del Poder en el Estado español, es fácil entender por qué se aferran
a este Poder y también para que lo quieren. Y también de donde les proviene ese
ADN de prepotencia arrogancia y corrupción. De donde sino que de aquella
“transición” del Estado franquista, al
“nuevo” Estado Monárquico. ¿Que
se podría esperar que iban heredar de un
Estado franquista, ejemplo vivo de lo que es la corrupción política
a gran escala, (con su “barra libre” para hacer lo que les venía en
gana) en “otro” Estado que se
transformo milagrosamente en
“democrático”? En un Estado arrogante, prepotente, asentado en corrupciones controladas e
imposiciones totalitaria camuflada de “Estado de derecho”
La cruda realidad en este tema de la conculcación de los derechos humanos es que los humanos, históricamente, siempre los hemos pisoteado, por diversas causas, la principal y la mas desgarrante es la de la guerra y sus derivados, y ese dicho de que la historia la escriben los vencedores no es ajeno a este debate. Y en nuestro caso el vencedor de aquella guerra contra la II República, que fue toda ella, una descomunal conculcación de derechos humanos, principalmente por la parte que la comenzó y que finalmente la gano no sin la ayuda de las fuerzas más canallas y poderosas del fascismo mundial de aquel momento histórico, que dejaron campos y cunetas atiborrados de cadáveres perdidos en tumbas comunes y que aun muchas de ellas continúan en el anonimato, por haber defendido la democracia y la legalidad o simplemente por capricho de las bandas de asesinos que campeaban para salvar a su “España”
La cruda realidad en este tema de la conculcación de los derechos humanos es que los humanos, históricamente, siempre los hemos pisoteado, por diversas causas, la principal y la mas desgarrante es la de la guerra y sus derivados, y ese dicho de que la historia la escriben los vencedores no es ajeno a este debate. Y en nuestro caso el vencedor de aquella guerra contra la II República, que fue toda ella, una descomunal conculcación de derechos humanos, principalmente por la parte que la comenzó y que finalmente la gano no sin la ayuda de las fuerzas más canallas y poderosas del fascismo mundial de aquel momento histórico, que dejaron campos y cunetas atiborrados de cadáveres perdidos en tumbas comunes y que aun muchas de ellas continúan en el anonimato, por haber defendido la democracia y la legalidad o simplemente por capricho de las bandas de asesinos que campeaban para salvar a su “España”
En aquella guerra también se
agredieron derechos humanos por las dos partes, Unos por defender a la
II República y a gobierno legítimo que se había constituido por el
pueblo mayoritariamente en las urnas, y
que se concretó en aquel izquierdista Frente Popular. Y por la otra parte, por una minoritaria
clase social privilegiada, pero con gran poder económico, compuesta, por la
eterna derecha española, rancia, prepotente, eternamente irrecuperable que se
torno fascista. Ahí estaban representados los sectores de las clases económicas
dominantes compuestos por terratenientes, el integrismo clerical, el poder financiero y militar , pequeñas burguesías
temerosas del pueblo, etc. que conformaron el otro frente político y militar
puesto que no podían soportar la pérdida
de sus privilegios. Privilegios que
venían escandalizando a la inmensa población popular sumida en grandes
dificultades económicas y que por esta causa
decidieron votar mayoritariamente y alzar al gobierno a un Frente
Popular de izquierdas.
Dos intereses y dos tipos de
violencias enfrentadas y pienso que en este
debate de los derechos humanos, no es la
cuestión de justificar con maniqueísmo
una u otra violencia pues quien
lo haría estaría arrastrando una enorme carga de cinismo y
perversión, pues justificar supone desproveer al “enemigo”, de su naturaleza humana, de su propia humanidad y del respeto
obligado que todo humano tiene a su integridad. Y el termino “enemigo” cuando
se trata de guerra convencionales, es muy relativo, puesto que en ellas suele participar la mayor parte de
la tropa de forma obligada y amenazada.
Pero si debemos EXPLICAR, y con
contundencia, el contenido de ambas violencias, una de agresión y otra defensiva
y de respuesta, y saber cómo debemos
enfocar estas distintas violencias desde la perspectiva de la izquierda y del
propio humanitarismo, y eso supone hacerlo desde una óptica objetiva y fría
lejos siempre de valoraciones maniqueas
y manipuladoras.
Partiendo desde la óptica de que la
guerra y sus demoledoras consecuencias, en vidas sufrimientos y destrucción,
será siempre la mayor de las conculcación de los derechos humanos,
independientemente del bando .Y que consecuentemente abría que rehuir de todo
planteamiento de incitación apología y
exaltación de ella, y considerar por
principio toda guerra y toda violación de derechos humanos, deberían ser
consideradas como negativos para la
humanidad
Se suele caer en la tendencia de hacer distintas valoraciones cuantitativas
desde cada parte, y, sobre el grado de responsabilidad en la conculcación de
derechos, humanos. Y la más tendenciosa
suele ser la de aquellos ganadores que suelen escribir la historia a su
medida, señalando demonizando y
deshumanizando a los vencidos como los absolutos culpables en la historia.
La guerra de agresión y la guerra de
respuesta
Pero debemos de huir de esta
forma de narrar la historia para poder entender la esencia de la “guerra”
Hagámoslo de una forma más civilizada y
respetuosa con los derechos humanos sin maniqueos y desde un punto de vista
democrático, alejándonos de la “razón de la fuerza “del ganador. Olvidemos, por
un instante de vencedores, y de los vencidos y hagamos una abstracción y transformémonos en furibundos partidarios de una paz ideal utópica y atemporal y pensar que en
todas las guerras el principal derrotado
serán siempre los DERECHOS HUMANOS, es decir la propia humanidad, y nos daremos
cuenta de que ese pensamiento es más fácil de ser asimilado por la parte
agredida, por quien no comenzó la contienda y fue obligado entrar en la
vorágine de la guerra, no voluntariamente sino como respuesta de supervivencia
al ser agredidos, como un mal menor
y necesario. Generalmente esto suele
ocurrir con la parte más débil.
La diferencia cualitativa entre agresores y
agredidos suele ser, generalmente, que los primeros se suelen apoyar en su
hegemonía militar o sus “razón de la fuerza” que siempre será decorada de
motivaciones nobles y sublimes, (la más recurrente y de moda, suele ser la “la
intervención humanitaria”) pero que sus auténticos fines no suelen ser tan
nobles. El más frecuente en guerras
entre estados, el “botín de guerra,” en forma de territorios, países enteros, con valores geoestratégicos, (nadie invade ni
coloniza un territorio si este no tiene valor) minerales, comerciales o
simplemente que no les gusta su modelo
de estado porque “perjudica sus intereses” eufemismo que engloba una amplia
casuística, desde un gobierno antiimperialista, no corrupto y que no se deja
comprar y hasta una peligrosa competencia comercial
Y los segundos , los que son agredidos,
obviamente están obligados a la confrontación , pero esta es de respuesta ,y
sus diferencias son bien claras , defienden su tierra y su libertad, su patria
,sus bienes su vida y la de los suyos. Reconociendo que la pérdida de vidas humanas es la máxima agresión a los derechos humanos,
se puede y se debe distinguir las diferentes naturalezas, entre el agresor y en
el agredido, en cualquier enfrentamiento militar .Y este factor cualitativo
diferenciador será, debe ser, el determinante en el relato que hagamos de todos
aquellas guerras. Infelizmente la parte
ganadora del conflicto, cuando es la agresora, no suele ser objetivo en este el
relato
Y si hacemos estas reflexión podremos
comprender la perversión de aquellos “que se proclamen “vencedores” y
desprecian y humillan a los vencidos vilipendiándolos. Aquellos que niegan la
equidistancia en conculcaciones de los derechos humanos en las que están
implicados todas las partes de una guerra. Aquellos que ganaron, por su fuerza
bruta, piensan que también pueden ganar a la razón tergiversando la razón y la
verdad. Y así podremos descubrió el cinismo y la perversa mentira de aquellos
que hablan de las “victimas” pero solo de una parte y demonizan insultan y torturan a los
perdedores de la otra parte, muertos y vivos. Porque no hay humanidad donde se
deshumaniza y se ignora equidistancia entre todos los muertos , propios y del
enemigo.
En las guerras actualmente en curso y en
las futuras ¿Y cómo hacerlo? Requisito imprescindible para ser un buen narrador objetivo de la guerra es que
conozcamos la naturaleza de la guerra? ¿Porque ella existe y para qué sirve?
¿Quién y para que ha sido provocada? Etc. Los discursos políticos de la derecha
son la mayor parte mentiras, es más importante lo que callan ocultan que lo que dicen. Y esto en su quehacer
diario, no digamos cuando se embarcan en una guerra como lo fue la rebelión
comandada por Franco. Serian estúpidos que explicasen sus verdaderas
intenciones de rapiña de poder político .En casi todas las guerra siempre hay
un objetivo último tras el dominio por la
fuerza militar del enemigo y es él, el “botín de guerra”, que siempre
será maquillado de sublimes intenciones
Esto se podía ver en las formas de
“entender” la guerra por uno y otro bando. Los fascistas, a falta de recursos dialecticos “convencían”
a los pobladores de los pueblos que ocupaban por el terror fusilando, no a los
combatientes, pues estos se retiraban,
sino que a civiles, a todo lo que
oliese a república, maestros, concejales, sindicalistas etc. Los republicanos
también fusilaban pero lo hacían con más
ponderación pues no olvidemos que defendían la legalidad republicana, los
franquistas, característica del fascismo, no suelen respetar más ley que la que emanaba de su poder de la
fuerza militar
Y aquí también es preciso matizar las
dos ópticas de la guerra, en el aspecto de los derechos humanos, Para la
izquierda, una guerra solo se puede concebir, cuando es defensiva, es una
violencia de respuesta. Para la derecha fascista la guerra es agresiva, es SU
FORMA TRADICIONAL de hacer política cuando es fuerte, está en su sangre que las
fuerzas de sus armas suplantan a la fuerza de la razón, Y así fue como ocurrió
en aquel levantamiento militar. Unos defendían la legalidad democrática
alcanzada en las urnas y otros querían destruirla para imponer su propia
“legalidad” por la fuerza, por el terror de la guerra. Y que finalmente,
durante cuarenta años, fue este terror su único argumento para mantenerse en el
poder, fue su “legalidad fascista”
Y el ejemplo de aquel conflicto
bélico, nos puede servir para el relato y la explicación del conflicto y
de agresiones a los de derechos humanos en Euskal Herria que se
ha vivido y continúa viviéndose, solo que ahora provocado solo por una de las
partes. Conflicto que en realidad es continuidad de aquel otro, pues se trata de entender que están en
confrontación dos formas de hacer política por medio de la guerra. Por una parte la de la imposición y
continuación fascista, negando los derechos nacionales que fueron
arrebatados por la fuerza y el terror
1939 por Franco, y por otra parte la
guerra de respuesta a esos atropellos a los derechos humanos.
El Estado se niega a
reconocer la naturaleza de sus violaciones humanas .El discurso oficial
del Estado no tiene el más mínimo recorrido racional, ni siquiera lógico. No
hay razones dialécticas democráticas,
solo hay imposiciones llenas de
estereotipos vacíos de contenido “en España no hay presos políticos” no los
puede haber porque “España es un estado de derecho” “En España hay una
democracia” etc. Repetidas al estilo de Joseph Goebbels. No olvidemos su origen
franquista en su ADN
La realidad de la negación al
derecho de autodeterminación es un hecho que está escrito en el artículo 8º de
la Constitución española eso no lo pueden negar y lo aplican con rigor, pero
tampoco lo pregonan demasiado pues es
una conculcación contra la “Declaración de los Derechos Humanos” asentada en la ONU en 1948 , en plena
dictadura franquista, Entonces lo firmaron, ( Para que confiemos en la ONU ) y
estos sus herederos de aquí, dieron por
bueno lo que aquel Franco ,su mentor,
firmo pues parece que no iba con ellos, pero que como vemos no dejan de estar
en frangente y continua conculcación de este derecho.
Las ilegitimas razones del Estado
El Estado español dice en su Artículo
2º que; “La Constitución se fundamenta
en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de
todos los españoles…” Por voluntad,
divina, debe ser, porque no preguntaron a los pobladores de las nacionalidades
sobre el particular, “todo el mundo es español”, esta dictado en las ordenanzas
(castrenses maticemos ) de obligado cumplimiento Tras la “aplicación “de
aquella Constitución, en la llamada “Transición “y tras el surgimiento de contestaciones
violentas a esta imposición política ( en realidad ETA había temporalmente
cesado su actividad ,tras la muerte de Franco a la espera del posibilismo de la
“Transición”, que como se comprobó fue nulo en la cuestión del derecho a la
autodeterminación ) y tras décadas de enfrentamientos violentos en el Estado,
este supo sacar provecho de ello, pues
en cierto modo se fortaleció “ideológicamente” gracias a la empatía
“victimista” que supo inculcar en
aquellos territorios donde no se cuestionaba su “nacionalidad” española.
El discurso oficial del Régimen que
explica su política de dominación y negación de los derechos nacionales a
vascos catalanes ,gallegos, andaluces ….etc. es una simpleza cargada de
maniqueísmo y apriorismos ajenos a la realidad,
y descomunales falacias repetidas mil veces al mejor estilo de Joseph Goebbels, cuyo resultado ha sido un burdo discurso,
incuestionable por decreto, pues esta blindado por un cinturón de leyes y
ordenanzas vestidas de “humanitarismos”, “apologías”, “enaltecimientos ”...
razones “antiterroristas” que han servido para anular y desarmar a la
disidencia de aquellas principios
básicos de la democracia y de la
libertad de opinión y expresión. Y me
estoy refiriendo a la infinidad de asociaciones “victimistas” creadas
“espontáneamente” con subvenciones del Estado que suele saltar como un resorte
a distancia al mínimo gesto de cuestionar el discurso oficial de la famosa
“equidistancia” .Ejemplo descarado en Euskal Herria fue aquella hipócrita
asociación plañidera llamada “Gesto por la Paz” ,vestida de razones
humanitarias pacificadoras cuando en
realidad al posicionarse sobre las
víctimas de un lado estaba justificando y alentando y fortaleciendo la
CAUSA que origina del conflicto, haciéndolo interminable . Interminable, es esa
la estrategia que el Estado tiene reservado para Euskal Herria. Hacer del conflicto una “Guerra
interminable”. Bonita forma de promocionar la paz
.
Cuando el Estado y sus testaferros afirman que cuando la disidencia vasca
explica las CAUSAS del conflicto, a
todas luces políticas, Estos están “justificando” la violencia y el terrorismo,
Cuando la realidad es que es el propio Estado es el que alimenta y justifica la
violencia de respuesta cuando explica e impone su relato “antiterrorista” de que no existen motivos para enfrentarse al
Estado ,porque es un “Estado democrático
y de derecho” afirman , lo que en realidad está haciendo de facto es negar
derechos a la soberanía, lo cual supone INCITAR a la lucha por los derechos
negados. Pues es obvio que lo que importa y condiciona son los propios hechos
no el relato que se hace de ellos.
Es pues el propio Estado español y
sus testaferros ,sean el poder mediático ,asociaciones ,partidos, iglesias ,
fórum, fundaciones etc. todos ellos financiados con dinero público, formando
una descomunal red conspirativa, dirigida y controlada planificada por
siniestros servicios secretos para demonizar a ETA y difuminar la causa que
origino su nacimiento El DERECHO A LA AUTODETERMINACION NEGADO, y la consabida
obligación de tomar una nacionalidad
ajena lo que a tensionado siempre a la sociedad vasca, con su cerrazón al negar
los derechos nacionales, y pretende, en un acto de descomunal cinismo, que EXPLICAR esta cuestión es “justificar el
terrorismo”. Esta aberración dialéctica, es en realidad la base de su discurso
“democrático” y ponen su máximo esfuerzo en desplegar todo su descomunal aparato, policial,
judicial, mediático etc. cuyos resultados terminan siempre en una fragante
conculcación de aun mas derechos
democráticos, detenciones indiscriminadas, mas presos, prohibiciones de
manifestación, de opinión y los consabidos procesos políticos.